PERDONAME!!!
Un beso vulgar
parecía embarrado entre sabanas y mucha sed de otro mas, el olor no me
inspiraba, la verdad, ella parecía demasiado excitada, me veía con mucha
sensualidad y deseo mientras yo me desnudaba el torso y lentamente después lo
demás, me quede solo con mi ropa interior, esa noche era muy notaria, hacia
frio, mucho para ser común, corría aire, un poco se adentraba desde la ventana,
cogí otra vez mi pantalón del suelo, más que un montón de besos necesitaba
fumarme esta ocasión de tener sexo y no de hacer el amor todo en un cigarro que
saque del pantalón. Ya solo fumaba mientras caminaba de un lado a otro y ese
olor a moho y a sexo sin amor no me inspiraba, parecía hacer mucho frio haya
afuera, me dije mientras exhalaba el humo y veía los arboles moverse con un poco
de prisa, la luna estaba clara, semiinconsciente de su brillo y las nubes ni
eso podían notar, yo notaba como la cubrían las nubes para hacerla opacar, como
los ojos con un poco de cataratas. Estire la mano hacia la cama y tome la
sabana que cubría su cuerpo terso y excitado mientras posaba con sensualidad,
le acaricie desde los senos hasta la cunclillas de los pies deslizando la
sabana hacia a mí, hacia frio, me abrace con la sabana y me senté para seguir
mirando la luna, abrí la otra ventana para hacerme el panorama más grande y
abarcar así los dos ojos. Escuche un portazo, ella había salido, no se a donde,
pero salió, no fue tan lejos, busque con la mirada sus cosas y ahí estaban; su
ropa, sus zapatos, su bolsa, su suéter. En el buro, un condón, pastillas
anticonceptivas y las sobras del día de ayer. Ese frio se me colaba por los
pies aun con los calcetines puestos, oí que lloraba desde la otra puerta, este
cigarro no se terminaba, se me hacían mas inquietantes sus suspiros, note mucha
necesidad entre sus pautas mientras oía que lloraba, arroje la colilla del
cigarro, me quite la sabana, note que el frio no había sido constante y no
deshizo mi virilidad pues se notaba aquel bulto detrás de mi ropa interior.
Deje la sabana de donde la había tomado y seguí los gemidos, me dirigí hacia la
otra puerta, tome el cerrojo, no pude abrir la puerta, estaba cerrada desde
adentro, nadie dijo nada pero como si alguien hubiera dicho algo se escucho un
tremendo golpe tras la puerta con tanta rabia que casi lo sentí dirigido a mí,
me alejó un tanto de la puerta ese estruendo, no volví a decir nada, me senté
al pie de esa puerta, por alguna razón oí que los golpes venían desde abajo, me
recargue en ella tomando una postura fetal, ella seguía constante esnifando,
oía sus respiraciones entrecortadas y esos suspiros muy comunes en ella, me
quede ahí por un rato, breve, muy breve, note como el tiempo se detuvo
instantáneamente y ella abrió la puerta, yo había quedado a sus pies, (Dentro
de mi fue como un Deja-Vu de la vida que me dijo que así debía ser siempre,
siempre tendría que estar a sus pies), mientras ella denotaba con su mirada
mucha impotencia, más rabia y coraje contenido me puse de pie para intentar
estar a su altura, quise abrazarla y de ella obtuve un empujón, quise detenerla
para que no pasara al lado mío, yo la quería detener, la quería tener detrás de
esa puerta para verla a los ojos, en eso empezó con lagrimas a golpearme el
pecho con mucha fuerza, con tanta que su cabello se mecía de un lado a otro
como yo cuando caminaba de un lado a otro fumándome un cigarro, en el momento
se calmo o se canso de golpear, tomo sus manos para llevárselas a la cara y
seguir llorando, así pude abrazarla pero aun con ella no queriendo, el viento se
dejo venir con un soplo que le seco las lagrimas y la lleno de fuerza, tanta
que me separo de ella y me arrojo al suelo, otra vez estuve a sus pies,
mientras recogía su ropa y trataba de ponérsela me levante, note que el frio ya
había vencido mi miembro erecto, pensé ¿por qué no puedo hacer feliz a alguien
que quiere estar conmigo en cuerpo y alma, y sin embargo sueño despierto con
alguien más haciendo el amor y aquella ni siquiera me tiene presente entre sus
coitos, ni en sus pensamientos?, mi cuerpo solo reaccionaba a los estímulos, no
obedece a mi corazón, si así fuera no me hubiera excitado el verla desnuda en
mi cama, ni hubiera plantado la mirada fija sobre sus senos perfectos, no supe
que hacer, ella estaba dispuesta para mí pero yo no para ella, mejor agache la
mirada y me deje caer al piso con tanta tristeza que mi corazón se detuvo para
ser sincero, por un momento deje que hablara; prorrumpí.
_Perdóname!
Desde el alma y
el corazón lo dije, la vi a los ojos y ella lo sabía.
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