FEMENINA BUS
_Claudia había salido de su casa acomodándose el vestido, sintiéndose sucia, maltrecha y desnuda, salió con tanta rabia que olvido a donde iba. En su casa vivía con su madre que le reprochaba lo poco del plato que se llevaba a la boca y con un padrastro rastrojo que se saciaba de las caricias de un prostíbulo en un burdel de la cuarta avenida, ahí mismo trabaja su mamá, cuando Claudia llego a la tercera cuadra del vecindario, se envistió en el primer autobús que paso, se encontró a una amiga hasta el último asiento, se quedo petrificada por lo que veía, se lleno aun mas de rabia, el coraje le brotaba por los poros, el ardor en su sangre se hacía notorio en sus gestos y en su temperamento, en sus puños que apretaba con fuerzas, tenía la mirada fija en su amiga, al notar y sentir la mirada penetrante de Claudia empujo intencionalmente al novio de ella quitándoselo de encima, tiro de él cayendo al suelo, él volteo la mirada en Claudia y Claudia ni siquiera lo veía, Claudia grito:
_ ¡te odio, te odio, te odio¡ estas palabras ya las traía en la boca desde que salió de casa solo que no las había impulsado, Claudia grito tan fuerte y violentamente que la mayor parte de los pasajeros pidieron bajarse;
Corriendo a gran velocidad se abalanzó sobre su amiga, la tomo por los pelos, hasta hacérselos escurridos, la azoto sobre el metal del autobús cuantas veces sintió que debía, su amiga, no hacía más que gritar:
_ ¡Claudia ya, ya, ya, por favor para, ya, ya, ya!

vio a su amiga, se asusto, se conmovió, la soltó cayendo su cabeza sobre su sangre, Claudia se paro, se torno distante, dio tres pasos atrás, se sujeto del tubular del autobús, miro la sangre, contemplo el ambiente tenso y al momento quiso limpiarse rasgándose la ropa, se aruñaba la cara queriendo quitarse gota a gota la sangre que le había salpicado, no pudo, debilitaba sus respiraciones, organizaba sus pensamientos, veía lo que había hecho, cayó de rodillas al suelo y en voz baja prorrumpió:
_ ¡Perdóname!
