viernes, 22 de julio de 2011

RELATO;

FEMENINA BUS


_Claudia había salido de su casa acomodándose el vestido, sintiéndose sucia, maltrecha y desnuda, salió con tanta rabia que olvido a donde iba. En su casa vivía con su madre que le reprochaba lo poco del plato que se llevaba a la boca y con un padrastro rastrojo que se saciaba de las caricias de un prostíbulo en un burdel de la cuarta avenida, ahí mismo trabaja su mamá, cuando Claudia llego a la tercera cuadra del vecindario, se envistió en el primer autobús que paso, se encontró a una amiga hasta el último asiento, se quedo petrificada por lo que veía, se lleno aun mas de rabia, el coraje le brotaba por los poros, el ardor en su sangre se hacía notorio en sus gestos y en su temperamento, en sus puños que apretaba con fuerzas, tenía la mirada fija en su amiga, al notar y sentir la mirada penetrante de Claudia empujo intencionalmente al novio de ella quitándoselo de encima, tiro de él cayendo al suelo, él volteo la mirada en Claudia y Claudia ni siquiera lo veía, Claudia grito:
_ ¡te odio, te odio, te odio¡ estas palabras ya las traía en la boca desde que salió de casa solo que no las había impulsado, Claudia grito tan fuerte y violentamente que la mayor parte de los pasajeros pidieron bajarse;
Corriendo a gran velocidad se abalanzó sobre su amiga, la tomo por los pelos, hasta hacérselos escurridos, la azoto sobre el metal del autobús cuantas veces sintió que debía, su amiga, no hacía más que gritar:
_ ¡Claudia ya, ya, ya, por favor para, ya, ya, ya!
No hizo caso, le descubrió la cara del pelo que tenia encima, a puño cerrado continuó propiciándole cuantos golpes quería, uno a uno le marcaba el rostro, el tabique se lo había desecho por completo, no paro si no hasta que despertó de sí y miro el charco de sangre en el pasillo de aquel bus;
vio a su amiga, se asusto, se conmovió, la soltó cayendo su cabeza sobre su sangre, Claudia se paro, se torno distante, dio tres pasos atrás, se sujeto del tubular del autobús, miro la sangre, contemplo el ambiente tenso y al momento quiso limpiarse rasgándose la ropa, se aruñaba la cara queriendo quitarse gota a gota la sangre que le había salpicado, no pudo, debilitaba sus respiraciones, organizaba sus pensamientos, veía lo que había hecho, cayó de rodillas al suelo y en voz baja prorrumpió:
_ ¡Perdóname!

Se paro, dio media vuelta, caminó débil hasta el inicio del bus, se acomodo el pelo y se bajó frente un burdel que se llamaba “FEMENINA”, saco un cuchillo y envistió a quien vendió su inocencia horas atrás, dos días después se halló su cuerpo pequeño y perfecto en descomposición junto a una rosa marchita y en un gran silencio de su madre la fatua quien ante no ofrecerle amor, le regaló un ramo de rosas en su funeral con el dinero de la transgresión de la incopulada  Claudia, habían sido, dos, tres besos los que tenia sobre sus labios pero nunca, nunca tuvo una caricia sobre su piel.


1 comentario:

Anixita dijo...

wow... esta maravilloso. Me imagine todo e? :) tu muy bien tío! T.q.m! :)