jueves, 21 de marzo de 2013

Ahora hablaré de ella:

Sí, su cuerpo me produce algo que desconozco, es una canción sobre mi piel o un pedacito de su voz cerca en mi oido susurrando: "Lo somos todo, en las buenas y en las malas", también me dijo -Te amo, te amo demasiado- mientras hacía que dormía y así; la noche, su frío, el silencio, al fondo el ruido de una gota de agua rompiendose en el piso, la poca luz tenue de la luna, una mano en mi alma y la otra en otra parte, sus respiraciones en mi hombro, otra vez somos uno, otra vez ella cree en mi...difusa, confusa, vaga, cree que el amor nos lo creamos todos los días amandonos sin reservas, yo me encargo de que sus ideas ni sean, difusas, confusas, menos vagas, ella cree en mi. Yo creo en sus ojos, en sus labios como mi propia religión, en su sabor que no es dulce como dicen los poetas, tampoco amargo, no insaboro, es especial, único en la boca. Tendríamos dos, tres meses de dormir bajo un techo y bajo sabanas, tenemos una vida para seguir haciéndolo, tenemos un espacio en nuestra definición de tiempo para alejarnos de lo cotidiano y la rutina para desprender de nosotros nuestra piel y embarrarnos de locura...aquí, debajo del cielo, esta noche, aunque nos miren las estrellas.

Pd: Dormiré sobre tu piel.

No hay comentarios: