Yo sobre ti y dos juegos que nunca nos dejan en paz,

el desierto de tu boca y tu triste caricia me hablan mal

la razon de tus meneos sobredescubiertos no me seducen

se perdieron en medio de la inmensidad las gotas de indefinicion

de un millon de palabras bonitas en la noche 

dentro de ti, en tu habitacion,

en esa prisa que nos congelaba en tu mirada,

que se reflejaba en las lagrimas que dejabas en mi hombro.

Tus mejillas ya no se desgastan en nuestros suspiros

dejarlo todo para ser los dos en un cumulo de

besos finjidos que ya no disfrutamos lo era todo,

ya no es lo mismo, ya no eres tu mi luna,

mi violeta, ni el lunar entre tu cintura y tu silueta

reflejada en la pared, ya no eres esa luz que guia mi oscuridad

ni la miel que endulza este momento;

y para mi, que tu lo seas todo: mi verdad,

mi infección,mi virus, la sed, las ganas,

el aire, el viento, la risa, la sonrisa,

las ocho horas de descanzo soñando con tu reflejo,

las otras ocho del día persiguiendo una respuesta a mi pregunta 

que apenas y se deja ver entre tus labios,

estas ocho horas que tendrían que ser para trabajar

es mi gran deseo de pedir el cielo mismo y que estes conmigo,

en el sofá, mañana, el lunes, otro día, como ese día, 

como yo lo pienso, como tu lo dudas, como nuestro mejor momento,

un paseo que sea para el ultimo adios, 

una rosa seca que fue desde el primer día contigo lo mejor,

lo peor y lo olvidado, no soy perfecto, 

pero soy como el viento que te deja y se va,

no duermas para no soñar conmigo, respira, no llores,

¿que soy para ti? ¿me ven tus ojos?

esos mismos que hice llorar, rojos, mi hogar,

tu verdad, el reflejo de tu alma, tu calma, 

y mi violenta y dudosa respiración.

Mírame, no soy nada; yo lo soy todo en tu mirada.

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