miércoles, 24 de agosto de 2011

UN DÍA CON MI HERMANA
 gh*gh


Recuerdo en la mañana el ruido de la licuadora que me despertaba.
Era mi hermana haciendo el desayuno para mí, me llegaba el olor a fruta recién cortada,
aquel olor penetraba mis sueños y me despertaba, no solo era el olor a cocina, o comida,
era el olor a AMOR que mi hermana mostraba en la dedicación que le daba a lo que 
me llevaría a la boca, fueran unos huevos sencillos, una gran carne asada o frita 
me sabia a lo mismo, al AMOR que mi hermana me daba;
La recuerdo semibañandose por las prisas que tenia, y es que en su trabajo no le aceptaban 

retrasos, a duras penas:
se peinaba,
se ponía el pantalón a brincos o acostada en la cama,

se picaba los ojos con aquel delineador y con las prisas,
se aplicaba la crema en donde podía o hasta donde llegaran sus manos mientras se veía en el espejo,
trataba de meterse los zapatos con los mismos pies,
con la blusa a mitad del cuerpo y con el desodorante en aerosol en la mano derecha se aplicaba una porción,
con la mano izquierda trataba de terminar por bajar la blusa.
Les diré que no usaba cinturón; los pantalones le ajustaban como hechos especialmente para ella,
con dificultad entraban, pero así los usaba.
Con el poco tiempo ya encima que le quedaba no se iba sin impregnarle un beso en la frente y otro en la mejilla a mi sobrina, su hija, de mi se despedía con una expresión en los ojos como esperando que alguien vea por mi como lo hace ella, yo me quedaba esperándola, extrañando el sabor de su comida y claro, a ella.
12:00 de la noche:
Mi hermana estaba de vuelta a casa, su hija la abrazaba antes de poner el primer pie en la puerta,

esas noches siempre eran de sorpresas, no cocinaba, nos traía comida de la calle que era lo que siempre esperábamos, traía aguas frescas, de horchata y de Jamaica, nuestras preferidas, salsa verde, limones y cebolla asada, eran para los tacos que siempre traía, bueno cada vez que podía.
A esa hora de la noche ya no había nada en la TV, así que nos sentábamos a platicar extensamente:
_ Manito hoy me dieron un billete falso en la Gasolineria.

_ ¿Y ahora que vas hacer?
_ Le voy a pedir a un amigo taxista que lo pase en la noche, aunque me lo descuenten en el trabajo da igual mi amigo lo repondrá si lo pasa.

_ Manita eso no esta bien!
_ ¿Hay pero que quieres que haga?

_ Bueno al final de todo tu sabrás. 
Mientras comíamos se desabrochaba el pantalón para sentirse cómoda, se estiraba, se recargaba del piso que es donde hacíamos un circulo para charlar, cuando ya no había mas por contar seguía lo siguiente y lo que los ojos piden, dormir; y al día siguiente lo mismo, excepto por algunos días que su amiga le pedía que cuidara  a su hija mientras ella trabajaba o cuando también le pedía que la acompañara a la discoteca para meserear, ese trabajo no me gustaba, me disgustaba mucho y se lo decía, claro que yo no dudaba de mi hermana, por algunos ese trabajo no es bien visto, mi hermana no era de las personas que se sentaba a ver que decían los demás de ella, así que le daba lo mismo...
Por ahora no esta cerca de mi, y mi alma la extraña como si extrañara mi vida misma:
extraño el olor a comida en las mañanas,
extraño su carne frita, sus risas, sus gritos, su esfuerzo por darme lo mejor,
como la madre que no tuvimos era para mi aquella hermana mía.

!!MANITA TE EXTRAÑO, TE AMO, NO ES LO MISMO SIN TI, PASO FRÍOS, HAMBRE Y MUCHOS DÍAS SOLO, ASÍ COMO SALISTE DE CASA PARA BUSCARNOS UNA MEJOR VIDA, TE ESPERO DE VUELTA¡¡


gh*gh

2 comentarios:

Anixita dijo...

:´( tqm tino!

CALEB dijo...

Ese día estaba super triste y recordaba a mi hermana ella siempre me cuidaba, me mimaba, me abrazaba y así, la recordaba y lloraba, lloraba y la recordaba!!!