!!ESPERA; PEDIRE UN DESEO¡¡

Antes de ti:
Porque como para yo contarte que pasó ese día tendría que arrancarme el corazón del pecho para no sentir mis palabras o para dejar que las lágrimas no quemen mis mejillas… Yo me puedo mostrar en los besos que arranco de mí para dejarlos en las venas de alguien más.
Y mientras llegaba cerca de las ciento cincuenta  y cuatro estrellas que contaba, vi una fugaz escaparse de su cielo para dejarme en lo cierto o en lo incierto, quería decirle a alguien más que su luz decadente reflejaba en parte mi vida debajo del sol, quizá hoy este, mañana no sé, me voltee a mirar a mi lado imaginando el lugar del ser más hermoso que tendría que acompañarme ese momento, mis ojos casi dejan escapar de la abundancia de mi corazón mil lagrimas, contuve esas gotas porque no habría quien las secara a esa hora del día, abrace al aire como a una tempestad llenándome de mi mismo en mis abrazos pensando que de mi amor alguien seria dueña y que mientras llega a mi vida podría vivir soñando despierto viendo sus ojos;

Contigo:
Me tranquilice y seguí sobre la noche, el corazón se alegro, mis ojos se secaron, el día se convirtió frío y ventoso yo sin más ni menos la tome de la mano, la acerque a mí, le pedí que fuera conmigo hasta el amanecer algo imprudente para ser yo, y de mi parte, en ese instante me quedaron más ganas de seguir en el techo, sobre la azotea de alguien más, ya habías llegado a mí.

Nos acercamos para estar más juntos de la inmensidad que enmarca el cielo, escuchábamos nuestras palpitaciones sin decir nada, la pubertad, la tendencia infantil, o el corazón de niño no daba para más, en ese lapso quería decirle lo bien que me hacia su compañía pero mis labios no fluían ante ella, ella miraba el cielo, yo la miraba a ella, la luna nos tomaba a los dos en la noche.
¿Qué sería de los dos sin palabras?
A este cielo nadie lo ve, nadie lo aprecia, es el cielo que se viste de luz y sombra, es su inmensidad que dice cuanto abarca, es la dicha de poder estar aquí, despierto, vivo, disfrutando segundo a segundo pequeñas cosas como estas, con grandes personas como tú, con sueños imaginarios que alcanzamos a hacer realidad en los mismos sueños, déjame dormir, déjame soñar;
¡Espera!, pediré un deseo: ¡déjame estar contigo!