COLMENA

Viendo el tiempo pasar cobre mis días de tristeza,  llore las noches que estuve solo y el sol seco mis lagrimas sobrepuestas en mi mejilla, flotaban las palabras tristes en el aire y las recogía como si fueran suyas; ahí estabas tú, en la tempestad del aire que pasaba e imagine que estabas cerca de mí, que no te habías ido. Me quede pensando en ti.

Veía que las nubes a su paso dejaron a mi imaginación las huellas del espacio entre el cielo y la esperanza, el brillo de tus ojos y…

Alguien que me dijo:
                No dejes morir el amor por el que lloraste,
valió la pena, aprendiste que la boca también se mescla entre mentiras y besos con dedicación,
ahora piensa que fuiste el mejor, aprende que el amor es así, AMA, DEJA Y OLVIDA…

Ve, cuéntame que ha pasado del último día a hoy.

Yo dije:
La vi con los mismos ojos, brillando y en plenitud inundados como del solsticio de mediodía, esa boca que me hizo volar dijo otra vez adiós,
con sus manos escribió TE AMO en una última caricia,
suspendió el día, como otras veces dijo abrázame.

La recuerdo con el mismo cariño en mil maneras porque en su pecho deje parte de mi, la acidez de mis lagrimas, duele verla así, tan ajena a la tristeza que siento por dentro, el paso que habríamos de dar juntos cambio de ruta, estamos en caminos diferentes, alguien muestra que cambio de parecer y como hoy y muchos días estoy solo.  Pedí:
Escríbeme debajo de la piel tu nombre,
sobre el corazón deja ese beso que no pudiste dar, en mis labios deja la sangre que quisiste, derramara por ti, en mis manos muestra las caricias que necesitabas, ven y déjame abrazarte con el frio de mi cuerpo como con las ganas que tiene el sol de llegar a la luna, no te escondas, déjame verte, deja que pueda ver tu mirada perdida, deja que trate de secarte una lagrima o como lo hacías tu, ocultarte la verdad, decirte las mentiras y hacerte saber que es estar solo, me hastió tu colmena, me hastiaron tus labios, me hastió tu ausencia de palabras, me hastiaste tu, me hastió otra vez tu colmena.